Y el tomo
más de un millar de disfraces
que uno a uno me fue mostrando
mientras le fui fiel,
más permanecien sus redes
embaucado.
Tan solo le falto por conseguir
que fuera su amante...
el me brindaba millares de excusas
para no moverme
de mis enfoques noacertados.
Un día se le olvido
ponerse sus ropas
vestir alguno de sus disfraces
le vi desnudo...
Era el miedo.
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